Como matemático, para mi, cada vez que oigo una cifra no percibo un simple número más. Analicemos este simple guarismo 95.817, eso quiere decir que, contando domingos y festivos y las noches, cada 30 segundos ha ido un español al paro.
¡Cada 30 segundos! durante todos los días de septiembre un trabajador era llamado a la oficina del jefe para anunciarle que no volvía al día siguiente a su puesto de trabajo. Cada 30 segundos un padre de familia volvía a casa con la desesperación de no tener qué llevar al día siguiente, o un joven, afortunado por tener trabajo, no como la mayoría que no ha optado ni al primer empleo, o un mayor de 50 años acababa una larga vida laboral.
Mientras lee este texto dos paisanos serán despedidos.
Como simple medida de refuerzo, yo contrataría a alguno de esos parados para que fuera detrás de los altos cargos responsables de la política de empleo de este país, incluido algún sindicalista acomodado,
para que cada, 30 segundos, les recordara que 95.817 no es una cifra, son 95.817 vidas truncadas.
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