Pasado mañana es 29 de febrero de 2012, fecha doblemente proclive a la
superstición:
El calendario Maya acaba este año 2012 del calendario Gregoriano, y
además , desde el calendario juliano (que precede y es la base de
éste), en el 46 a.C., los años bisiestos han sido considerados como de
malos augurios.
Y está tan arraigado que incluso nuestro refranero dice que “año
bisiesto, año siniestro”.
Para colmo, en la denominada Sociedad de la Información, basta navegar
por Internet, para comprobar que se justifica esta sabiduría popular
señalando que fue en año bisiesto cuando se asesinó a Gandhi, Martin
Luther King, Robert Kennedy o Lenon, se abrió el campo de
concentración de Auschwitz y se hundió el Titanic.
La justificación cae por su peso si pensamos que el resto de grandes
catástrofes, asesinatos, y grandes calamidades sucedieron en años no
bisiestos.
“La superstición de una sociedad va en contra de su progreso”. ¿Cómo
evitarla? “El único antídoto es la cultura científica”.
Manuel Toharia
La adopción del calendario gregoriano, cuyo objetivo era lograr la
regularidad del calendario litúrgico, busca corregir el calendario
civil existente en ese momento para adaptarlo al año trópico, esto es,
la Tierra tarda en dar una vuelta al sol 365 días, 5 horas, 48
minutos y 45,16 segundos. Ese desfase de casi 6 horas hace que cada 4
años, 6*4=24 horas, se desajustan las estaciones, por eso se añade.
Así que nada tiene de mágico ni maléfico un año bisiesto, y si no que
se lo digan a esos treinta mil españoles nacidos el 29 de febrero,
según los datos del Instituto Nacional de Estadística.
Por cierto, no se olviden de felicitarlos otros años no bisiestos el
28 o el 1 de Enero, ya que ni siquiera en FB salen avisos de su
cumpleaños los años no bisiestos en los muros de sus amigos, y esto a
pesar de que
Mark Zuckerberg inaugura FB desde su dormitorio de Harvard un 4 de
febrero de 2004, año bisiesto.
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