domingo, 15 de diciembre de 2013

Júzgate a ti primero y mira a los más desfavorecisdos

El pasado sábado tuve la oportunidad de pasear la sevillana noche navideña. Calle Sierpes, La Campana, Alfonso XII,...una iluminación preciosa, las calles rebosantes de gente, bullir en los comercios de chicos y mayores con bolsas llenas,...y en un escalón sentado un inmigrante pedía limosna con un cartón que ponía “tengo hambre” y la gente pasaba indiferente ante su mirada.

Al día siguiente me enteré que no lejos de allí, un antiguo fontanero mal cenaba con su familia productos a punto de caducar que le donaba un supermercado. En una casa embargada por el banco, aunque aún sin orden de desalojo. Dos años llevaba sin trabajo, a causa del desplome del sector de la construcción, y se dedicaba a recoger cartones.

Horas después moría él, su mujer e hija.

Lamentable contraste social, acentuado en estas épocas de consumismo. 

Dicen los datos que la brecha social entre ricos y pobres ha aumentado un 30%. Y como siempre miramos a los que tienen más nosotros juzgándoles con reproche, pero ¿nos miramos nosotros?, ¿no podemos privarnos de algo más independientemente de los que hagan los otros por mejorar a los más desfavorecidos que nosotros?. 

Miremos más hacia dentro y hacia los que están peor que nosotros, y si queremos ser jueces, juzguemos primero nuestros propios actos y nuestra conciencia.


Faltan 9 días para la Navidad, la de todos.


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