A menudo me preguntan por el tema del voto útil en las elecciones, pero en esta época de desencanto generalizado y de resurgimiento de nuevas opciones políticas, votos de castigo, etc, la pregunta está en el ambiente. Es cierto que es un tema muy profundo, pero les voy a dar alguna noción (sin entrar ni siquiera en nuestro sistema electoral) para que decidan con conocimiento.
Les voy a hablar del “Índice de poder de Banzhaf” inventado por el matemático inglés Lionel Penrose en 1946 y reformulado por el abogado y matemático norteamericano John F. Banzhaf en 1965.
Supongamos que tras unas elecciones (o en las participaciones de una empresa) acaban saliendo tres partidos con una representación del 40%, el 35% y el 25%, o por poner unas cifras más redondas (aunque de igual efecto) del 49%, 49% y el 2% restante.
Aunque haya dos con una representación de casi el 50% y otra con sólo el 2% es evidente que para alcanzar las mayoría es necesaria una coalición de dos fuerzas cualesquiera, y repito, cualesquiera.
Por tanto, a la hora de hacer efectivas las decisiones los tres partidos tienen el mismo poder.
Pongamos otro ejemplo en sentido contrario, y de nuevo con cifras memorizables, aunque evidentemente es aplicable a las cifras habituales: Pongamos ahora que salen 4 partidos con una representación porcentual de 45, 44, 7 y 4. En este caso, para obtener el 51% de los votos vale cualquier coalición de dos grupos de entre los tres primeros, que tienen 45, 44 y 7. Dos cualesquiera de ellos forman mayoría. Sin embargo, el cuarto grupo, con un 4% no tiene ninguna capacidad de decisión, no tiene ningún poder, a pesar de que no difiere mucho su porcentaje del tercer grupo.
O sea, que de igual manera un partido con poca representación puede tener la llave del gobierno como ser completamente invisible para la toma de decisiones.
Conclusión: voten guiados por sus principios y su conciencia y algo de inteligencia.
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