lunes, 26 de octubre de 2015

Necesitamos aumentar nuestro nivel de civilización

Viajar, además de enseñarte las novedades de otras culturas te ayuda a ver las riquezas o miserias de tu tierra por comparación. Vengo de pasar una semana en Nueva York y es una experiencia además enriquecedora desde ese punto de vista. Voy a compartir con ustedes, queridos oyentes, algunas de las situaciones que he observado:

- En las plazas hay sillas y mesas de terraza para que la gente se compre su comida rápida y se las coma allí. Y no es necesario que nadie las quite por la noche ni las encadene, no son de los bares del entorno, y allí permanecen día tras día colocadas, la gente se sienta, se come sus perritos, hamburguesas, y las dejan como las encuentran, y lo que es más, sin restos de comida, ni servilletas ¿será eso posible aquí algún día?

 - Las calles, plazas y jardines están cuidados, los bancos no tienen rayados mensajes de amor y las plantas no duran los días previos a unas elecciones, incluso tienen cartelitos con el nombre de la especie, ¿será posible algún día que lo que aquí se plante para disfrute común no sea arrancado por algún vecinos para disfrute particular?

 - Como se acerca halloween, fiesta muy americana, ya tienen adornadas casas, escaparates, portales con todo tipo de motivos al respecto, como calabazas, imágenes...y todo fuera de las casas, a pie de calle, adornos que permanecen durante todo este mes ¿algún día podremos dejar adornos en los exteriores de nuestras viviendas y que duren ni siquiera unas horas?

 - Hay dispensadores de periódicos en los que los neoyorquinos echan el importe de uno, abren el contenedor de periódicos, y ¡sólo cogen uno del montón!. Yo aquí he visto coger inclusos los periódicos gratuitos en montones...para toda la familia o porque es gratis, ¿imaginan poner además un euro y coger sólo uno?. ¿ocurrirá eso aquí alguna vez?.

 Y es que ya no es solo estos ejemplos de actitud civilizada, de sociedad avanzada que piensa en que el bien común es un bien para todos, es que aquí si encontramos cómo llevarnos dos ejemplares por el precio de uno tratamos de aplicarlo dos veces para llevarnos 4, vamos y presumimos en nuestro entorno del logro, generamos la admiración y explicamos al resto cómo hacerlo por propia iniciativa o por insistencia del resto.

La verdad es que es triste, y eso es algo que también lo ven los demás cuando viajan a nuestra tierra, o los empresarios cuando invierten, no se si han observado, por ejemplo, que los helados del IKEA de nuestra zona son de los pocos del mundo a los que le han añadido una ficha para que funcionen, en el resto de lugares basta poner el cucurucho...y todo porque aquí tratábamos de sacar helado con cualquier envase que encajara en la máquina, nuestra mentalidad es pagar un helado y comer toda la familia, y si se trata de bebida ilimitada en la comida ¿para qué pagar dos vasos si de uno podemos beber todos?

Yo no pierdo la esperanza en esa evolución social local, y si algo nos ha traído la dichosa crisis económica ha sido el que los jóvenes tengan que salir del país, con lo que confío en que vuelvan esas generaciones aportando lo que desde dentro no les hemos sabido transmitir, en eso también somos pobres todavía.

jueves, 1 de octubre de 2015

¿Autovías con límites constantes?

Por desintoxicar un poco las ondas de la “pasión de catalanes” no les voy a repetir las matemáticas de unas eleciones parlamentarias frente a unas plebiscitarias, si la ley d´Hont favorece a las coaliciones; les voy a hablar de nuestras magníficas carreteras.

Hace un mes estuve en Portugal, en los más de 200 km que van de la frontera entrando por Badajoz, hasta Lisboa, solamente hay un cambio en la limitación de la de velocidad de 120 a 100 cuando se cruza esa autovía con la que recorre Portugal de norte a sur. Así que uno coge el coche a 120 de manera constante durante 200 km. ¿Han pensado cuántos cambios de limitación de la velocidad hay por ejemplo entre Jaén y Granada, en la mitad de esa distancia?

y eso mismo ocurre en cualquiera de nuestras autovías, yendo a Córdoba, entrando a Málaga, incluso en los tramos enormes más llanos y rectos camino de Sevilla o Madrid. Y no sólo eso, para colmo parece que las limitaciones de velocidad no se deban sólo a lo mal trazadas que están las autovías o a la de accesos y salidas inadecuados, sino a ciertos extraños caprichos, como el que sucede viniendo a Jaén desde Granada, en el puerto del carretero, donde desde su origen había una limitación de 120, y años después de poner un radar, y sin ser zona donde hayan aumentado los accidentes, se redujo la limitación de 120 a 100 justo desde unos metros antes del radar, y es evidente que ni ha cambiado el radio o trazado de las curvas, ni la pendiente ni los accesos, simplemente se ha convertido en zona en la que hay que ir 20km por hora más despacio porque hay un  ¿punto de recaudación?.

La verdad es que ya pagamos bastantes impuestos para que las carreteras de esta zona sean mucho peores que las del norte de España ¡de hace 30 años! (y no será porque la orografía de aquí sea peor que la de, por ejemplo, las tierras vascas ) para que encima sean arregladas a base de parches locales. Lo peor es que se controle la velocidad en esos infinitos tramos en los que da la sensación que el disco está puesto para tener un lugar donde poner una máquina de meter la mano en nuestro bolsillo ¿o a ustedes les da la sensación cuando ven un coche radar de que está justo situado pensando en nuestra seguridad?...y como dicen por ahí, y para comprar helicópteros de última tecnología que nos multen con la precisión de ver que hacemos dentro del coche hay dinero, pero para salarios, sanidad o educación hay que apretarse el cinturón. Si mejor es seguir con el tema catalán...